Los fenicios fueron los dueños del Mediterráneo. Un pueblo marinero y comercial que en la Antigüedad se expandió fundando ciudades tan importantes como Cartago (Túnez) o Gadir (Cádiz).
Sus barcos también surcaron las aguas del Atlántico, y hoy en día, sabemos que llegaron a las costas de la actual Galicia. ¿Cuáles fueron los motivos que les llevaron a estas tierras tan lejanas? ¿Quiénes eran los fenicios? A lo largo de estas líneas navegarás por las aguas de la historia desde la región de Fenicia hasta las costas de la actual Galicia.
¿Quiénes fueron los fenicios? La tierra de Canaán.
El origen del pueblo Fenicio se sitúa aproximadamente en el actual Líbano. Su costa montañosa cuenta con bahías y puertos naturales que favorecieron el nacimiento de una cultura basada en el comercio marítimo. ¡Y ese es el secreto del esplendor de este territorio!
Hace 4000 años, los barcos fenicios entraban y salían cargados de metales (oro, plata, estaño…) y artículos de lujo (tintes, marfiles…). Ciudades como Biblos, Beirut o Sidón se enriquecieron abasteciendo de materiales a sus grandes potencias vecinas como Egipto o Mesopotamia.
Esta región de Fenicia se la conoce en los textos bíblicos como la Tierra de Canaán. Un territorio muy criticado por los profetas Isaías o Ezequiel, que no veían bien la opulencia de sus ciudades ni los objetos de lujo que transportaban estos mercaderes.
La ciudad de tiro y la colonización del Mediterráneo
Hace aproximadamente 3000 años hubo una fuerte crisis en el próximo Oriente. El brillo de las grandes potencias se apagó y hubo un vacío enorme de metales. Es en este contexto donde entra en escena Tiro, una ciudad encargada de colonizar el Mediterráneo.
Tiro aprovechó esta oportunidad y se volcó al mar en busca de nuevos mercados. Estableció factorías en lugares como Chipre o Sicilia y fundó ciudades como Cartago. De aquí partieron nuevas expediciones que siguieron conquistando otras tierras.
En la Península Ibérica los fenicios se establecieron a lo largo del Golfo de Cádiz. Este asentamiento no fue casual, ya que la zona contaba con la riqueza de los metales de Riotinto. En este territorio fundaron Gadir, la ciudad más importante de Iberia en siglo IX a.C. donde aparecieron estos impresionantes sarcófagos.
Los fenicios navegaban a cabotaje, es decir, sin perder de vista la costa y realizando escalas. El secreto de su expansión estuvo en sus barcos, realizados con madera de cedro que cultivaban en las montañas de sus tierras de origen.
Sus adelantos en la navegación les llevó a superar a los griegos, otra civilización que compitió por colonizar el Mediterráneo. Precisamente fue la civilización griega la que les dio el nombre de fenicios. Phoínikes significa rojos, púrpuras, un apodo que probablemente proceda del color de un tinte que comercializaban y que era muy apreciado.
Y es que en los barcos fenicios viajaban objetos de lujo, metales, productos de alimentación y sobretodo muchas innovaciones. El principal adelanto que estos navegantes difundieron fue la metalurgia del hierro. Recuerda que la elaboración de este metal revolucionó la agricultura y la forma de vivir de los pueblos.
Otro adelanto que expandieron fue el torno para la cerámica, que permitió una mayor productividad de vasijas (necesarias para el comercio). Y por si esto fuera poco, con ellos viajaron nuevos cultivos, nuevas formas de decoración de metales, el alfabeto fenicio, el uso de la escritura… Todas estas ideas calaron profundamente en las poblaciones a donde llegaron, que fueron adaptando los modos y estilos de vida de los pueblos del Mediterráneo oriental.
Pero no queremos engañarte y en esta apasionante historia no podemos obviar que en los barcos fenicios también se transportaron esclavos, procedentes sobretodo del continente africano.
La llegada de los fenicios a Galicia
En el municipio de Oia hay unos grabados en piedra que representan barcos. Estos petroglifos son los culpables de una discusión que los especialistas mantienen sobre la fecha en el que el mundo fenicio llegó a las costas de la actual Galicia.
Los barcos representados son tres, pero sobresale uno por su gran tamaño. Está en una roca llamada Auga dos Cebros.
En el siguiente calco podrás apreciar mejor la forma que tiene el barco. Y verás que le falta un trozo, porque alguien dinamitó el granito buscando el tesoro que (según la leyenda) estaba oculto debajo.
Volviendo a la discusión que los especialistas mantienen, algunos opinan que estos barcos fueron grabados en época más reciente. Sin embargo otros defienden que estas representaciones tienen más de 3000 años. De ser así, desde tiempos tan remotos estarían documentados los intercambios entre el Mediterráneo y el noroeste de la Península Ibérica.
Lo que nadie discute es que las primeras piezas de hierro que aparecieron en el actual territorio gallego allá por el s.IX a.C llegaron con la influencia del mundo fenicio. A lo largo del primer milenio a.C este comercio fue incrementando hasta haber un importante intercambio de productos desde el mundo gaditano y los castros costeros de Rías Baixas. Esto explica que en la Ría de Arousa apareciesen productos como estas vasijas (llamadas askós) de origen ibicenco.
Si quieres explorar esta historia del comercio en la Antigüedad en Galicia puedes embarcarte en la experiencia «Ruta dos Fenicios». Te acompañamos en un paseo en barco por la Ría de Arousa que te asombrará con una preciosa isla que alberga un dolmen y desembarcarás en la playa de un castro galaico como si fueras un auténtico comerciante del Mediterráneo.